Si has estado leyendo mi blog, seguro que te has encontrado con el término «cultura de la dieta». Lo he mencionado muchas veces antes. Pero… ¿qué es la cultura de la dieta? ¿Cómo impacta en tu vida? ¿Y qué debes hacer al respecto?
La cultura de la dieta está a nuestro alrededor. Siempre presente, pero a la vez invisible. La cultura de la dieta se ha infiltrado en casi todos los aspectos de nuestras vidas, desde los anuncios que vemos hasta las conversaciones que tenemos en la oficina, con las amistades y familiares. Indudablemente ha tenido un impacto en nuestra salud y felicidad, aunque no estemos totalmente conscientes de ello.
Definición
Christy Harrison, lo define como el conjunto de creencias y actitudes que priorizan la delgadez como el objetivo final de la salud, el valor y la belleza. Es una fuerza cultural que perpetúa la idea de que ser delgado equivale a estar sano, y que salirse de esa norma es un “problema” que debe solucionarse.
Características
- Anima a las personas a participar en dietas restrictivas, contar calorías o macros, usar fajas y otras prácticas dañinas en la búsqueda de delgadez.
- Etiqueta los alimentos como «buenos» o «malos» y atribuye valor moral a ciertas formas de comer.
- Aumenta la vergüenza y la culpa en torno a la comida.
- Percibe a las personas gordas como menos valiosas.
- Relaciona el valor de las personas con su peso y tamaño corporal.
- Desconecta a las personas de sus señales corporales internas (hambre/saciedad)
Ejemplos de cultura de dieta
La realidad es que, desde una edad muy temprana, nos adoctrinan en una cultura de dieta y «control» de peso. Estamos expuestas a la cultura de dieta a través de nuestro sistema de salud, de educación, y todas las formas de medios de comunicación, incluida las noticias, la publicidad, la televisión y las películas, y por supuesto las redes sociales. Nos acostumbramos tanto a su existencia que puede ser difícil de identificar.
Algunas conversaciones cargadas de cultura de dieta pueden verse así:
“Lástima de Laurita, si tan solo bajara de peso… Tiene una cara hermosa”
“En enero otra vez empiezo la dieta”
“El fin de semana me invitaron a una comida, y tuve que pecar”
“Estás muy bonita, seguro haces mucho ejercicio.”
“En dos meses es la boda de mi prima y voy a comprarme una faja para que me entre el vestido”
Estos ejemplos pueden no parecer impactantes, y eso se debe en parte a que escuchamos muchas de ellas todos los días, por lo que se han normalizado. Pero es importante identificar que estos enunciados se basan en la idea de que un cuerpo pequeño es más saludable, más atractivo, más merecedor que un cuerpo más grande.
Y encima de ese discurso, la cultura de dieta también es sexista y racista. ¿Por qué? Porque pone por encima a los cuerpos delgados y blancos y oprime los cuerpos morenos, indígenas y negros. “La niña es morenita pero está bonita”, “cásate con un güero para mejorar la raza”, ¿te suena?
Por supuesto todas estas narrativas tienen un gran efecto en diferentes áreas de nuestra vida. Y el nivel de impacto va a depender del contexto particular de cada persona.
El impacto negativo de la cultura de la dieta
La presión para cumplir con estándares de belleza poco realistas (como ya revisamos) puede tener consecuencias negativas, que incluyen:
- Patrones alimentarios desordenados. La cultura de la dieta fomenta la alimentación restrictiva y la satanización de ciertos alimentos, lo que puede conducir a atracones, ayunos, etc.
- Insatisfacción corporal y baja autoestima. El énfasis constante en la pérdida de peso y en el cuerpo ideal delgado en la cultura de dieta puede conducir a insatisfacción corporal y baja autoestima, especialmente para las personas que no se ajustan (ajustamos ✊) a las normas culturales de belleza y tamaño corporal.
- Mala relación con la comida. La cultura de la dieta puede conducir a una relación difícil con la comida, caracterizada por sentimientos de culpa y vergüenza, pensamientos constantes sobre la comida y la incapacidad de escuchar las señales de hambre y saciedad.
- Descuidado de otros aspectos importantes de la salud. El enfoque en la pérdida de peso y en la modificación del tamaño corporal en la cultura de la dieta puede distraer a las personas de otros aspectos importantes como el autocuidado, manejo del estrés, higiene del sueño, etc.
- Percepción del ejercicio como castigo. La cultura de la dieta usualmente representa el ejercicio como un castigo por comer ciertos alimentos o por no cumplir con ciertos objetivos en cuanto a tamaño o forma corporal. Por ejemplo, la cultura de la dieta dicta que debes «compensar» el hecho de comer una rebanada de pastel corriendo durante una hora. Esta asociación negativa con el ejercicio puede resultar en falta de motivación y abandono de la actividad.
- Evitar eventos sociales. Estar a dieta puede dar lugar a aislamiento y falta de disfrute en las actividades sociales. Es posible que empieces a evitar los eventos sociales centrados en la comida y sientas vergüenza y culpa al comer en público.
Liberarse de la cultura de la dieta
Liberarse de la cultura de la dieta requiere dar un paso atrás y desaprender las creencias y prácticas dañinas que se nos han enseñado. Volver a centrarse en el autocuidado y la neutralidad corporal. Este proceso comienza con la autocompasión, tratándote a ti misma con la misma amabilidad y comprensión que le ofrecerías a una amistad cercana. Recuerda que las dietas no funcionan y que tu valor no está determinado por tu peso o apariencia.
Debes empezar a confiar en ti misma de nuevo y confiar en las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo en lugar de seguir reglas estrictas de nutrición. Asegúrate de rodearte de personas positivas e inclusivas que entiendan la diversidad corporal y te acompañen independientemente de tu peso.
—
Si quieres saber más sobre encontrar maneras sencillas de romper con la cultura de dieta, te recomiendo mi artículo 21 ideas para liberarte del mundo de las dietas. Te aseguro que te encantará.
¿Te gustaría dejar atrás la culpa y la vergüenza al comer? Descubre cómo lograrlo en mi curso gratis “5 pasos para hacer las paces con la comida”. Haz clic AQUI para inscribirte.