Aprende en este artículo qué es el hambre emocional, cómo reconocerla y encuentra cómo gestionarla de manera más saludable.
Por Joyce Chavez | 26 de septiembre 2024
Escucho que el hambre emocional es algo que preocupa a mis pacientes y a las personas en general. La gente puede creer que comer a menudo de manera incontrolable para lidiar con las emociones, no está bien. Y la verdad, no es que sea algo “bueno” o “malo”, comer es a menudo una experiencia emocional, porque somos humanos y tenemos emociones.
¿Qué es el hambre emocional?
Es un un deseo de comida que resulta de una emoción. La mayoría de las personas asocian el hambre emocional con emociones incómodas, como el estrés, la tristeza o la ira, y ciertamente el hambre emocional a menudo proviene del deseo de calmar o distraer estos sentimientos. Sin embargo, el hambre emocional también puede ser el resultado de sentimientos positivos como alegría, celebración, o reunirse con otras personas. El aburrimiento es otro sentimiento que puede causar hambre emocional.
¿Cómo se puede identificar?
A diferencia del hambre física (origen biológico), el hambre emocional se centra en sentirse atraído por la comida en reacción a una emoción, ya sea positiva o incómoda.
Indicadores de hambre emocional
- Puede aparecer de manera repentina a diferencia del hambre física.
- Puedes sentir que está relacionado con una situación de emoción incómoda en lugar de estar determinado por la hora de tu última comida.
- A veces puede estar más ligado a un antojo o a un tipo específico de comida (por ejemplo, cuando te sientes estresada o triste puede que se te antoje comer un alimento etiquetado como «malo»).
- En ocasiones puede incluir un fuerte deseo de seguir comiendo, incluso cuando ya estás muy llena.
- Puede implicar ocultar comida o la cantidad que consumes.
Ejemplos de cómo se ve el hambre emocional
Debido a que identificar este tipo de hambre se trata más de reconocer la emoción específica que puedes estar sintiendo, es difícil decir cómo se sentirá el hambre emocional en el cuerpo. Sin embargo, aquí te dejo algunos ejemplos específicos pueden ayudarte a identificarlo.
- Sentirse estresada en el trabajo y agarrar una bolsa de papitas para comer mientras continúas haciendo el trabajo estresante.
- Estar aburrida e ir a la cocina para ver qué puedes comer y aliviar el aburrimiento.
- Te sientes muy feliz y quieres comer postre a pesar de que estás demasiado llena de la cena.
- Sentirse triste y comer helado mientras ves una película a pesar de que ya estás llena y llegar al punto de sentirte mal.
Lo importante a tener en cuenta aquí es que la comida se debe a la emoción y no a las señales físicas del hambre biológica.
¿Cómo manejar el hambre emocional?
Comer en cualquiera de las circunstancias de los ejemplos en sí no es algo malo. No obstante, surge un problema con el comer emocional cuando la comida se utiliza como la única herramienta para hacer frente a tus emociones negativas o incluso como la principal fuente de placer o diversión.
La mejor manera de manejar el comer emocional es abordando la emoción que está causando el hambre emocional. Si el estrés es lo que te lleva a comer, por ejemplo, abordemos el estrés en sí. Encontrar una manera de tomar un descanso y relajarse probablemente será mucho más efectivo para reducir el estrés que solo comer.
Encontrar otras formas de lidiar con las emociones negativas es importante para poder gestionar el comer emocional. Algunas herramientas de gestión pueden ser convivir con otras personas, encontrar actividades relajantes y divertidas, así como terapia. Esta lista de herramientas puede incluir la comida como una de las opciones, pero como se mencionó anteriormente, también queremos muchas otras opciones y que se usen con mucha más frecuencia.
Si quieres aprender más sobre como gestionar el hambre emocional, te recomiendo revises el artículo «6 Consejos Para Manejar El Hambre Emocional».
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Ahora que sabes que es el comer emocional y cómo puede verse, ¡es hora de usar esta información para aplicarla a ti misma! ¿Cómo se siente TU cuerpo cuando lo experimentas? ¿Qué herramientas te gustaría empezar a aplicar?
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