¿Alguna vez te has preguntado qué son realmente las isoflavonas de la soya y por qué generan tanto interés en el mundo de la nutrición? En este artículo exploraremos estos poderosos compuestos vegetales desde una perspectiva científica y nutricional, revelando sus beneficios potenciales para tu salud y bienestar.
Por Joyce Chavez | 01 de abril 2025
¿Qué son las isoflavonas?
Las isoflavonas pertenecen a la familia de los flavonoides, un grupo de polifenoles que nuestro cuerpo agradece. Si disfrutas de frutas, verduras, chocolate, o té, ¡ya estás incorporando flavonoides a tu alimentación!
Aunque muchas leguminosas (como los frijoles) contienen isoflavonas, la soya y sus derivados como el tofu y el tempeh son especialmente ricos en estos nutrientes. Es por ello que se refieren a las isoflavonas como un «súper-nutriente», atribuyéndoles propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas e incluso anticancerígenas.
Isoflavonas y Hormonas
¿Sabías que las isoflavonas son un tipo de fitoestrógeno? Esto significa que son compuestos vegetales que tienen efectos similares a los del estrógeno en nuestro organismo. Su estructura química se parece tanto a esta hormona sexual que pueden efectos beneficiosos sobre todo en la etapa de perimenopausia y menopausia.
Por su forma parecida, las isoflavonas pueden conectarse con muchos receptores de estrógeno en nuestro cuerpo. Es como si tuvieran la llave para abrir ciertas puertas dentro de nosotras.
En la soya encontramos isoflavonas como la genisteína, daidzina y glicitina. Estos pequeños compuestos están relacionados con muchos de los beneficios para la salud que se asocian con el consumo de alimentos derivados de la soya.
El efecto de las isoflavonas en nuestro cuerpo depende, en parte, de qué tan bien podamos absorberlas. Cuando comemos alimentos de soya, las isoflavonas son absorbidas rápidamente o descompuestas por los microorganismos que viven en nuestro intestino. Estos microorganismos pueden transformar las isoflavonas en compuestos similares al estrógeno. La evidencia sugiere que ciertos microorganismos afectan este proceso, lo que podría explicar por qué los beneficios de la soya varían tanto de persona a persona.
Por ejemplo, los microorganismos Asaccharobacter celatus y Slackia isoflavoniconvertens están asociados con la conversión de la daidzeína (un tipo de isoflavona) en equol, un compuesto con efectos similares al estrógeno.
Curiosamente, parece que solo entre el 30% y el 50% de las personas tienen estos microorganismos que pueden convertir la daidzeína en equol. Este porcentaje es mayor entre las poblaciones asiáticas, ya que tienen un alto consumo de soya, tofu, miso, etc. Estos nos recuerda cómo nuestra alimentación influye en nuestra microbiota intestinal.
Isoflavonas de la Soya durante la Menopausia y su Relación con el Cáncer
Una de las áreas más estudiadas sobre las isoflavonas es su potencial impacto en los síntomas de la menopausia. Los bochornos y sudoración nocturna son síntomas comunes durante la transición menopáusica, afectando a más del 80% de las mujeres. Varias investigaciones han concluido que las isoflavonas podrían ayudar a reducir la frecuencia de estos sofocos durante la perimenopausia y menopausia.
Un pequeño estudio también sugirió que las isoflavonas de soya podrían mejorar los cambios de humor y la fatiga que algunas mujeres experimentan durante esta etapa. Sin embargo, se necesita más investigación para confirmarlo completamente.
Históricamente, ha habido mensajes contradictorios sobre el efecto de las isoflavonas en el riesgo de cáncer. Un reciente meta-análisis a gran escala, que incluyó diversos estudios de todo el mundo, concluyó que el consumo de isoflavonas podría reducir el riesgo de cáncer de mama y merece mayor investigación.
La soya y sus productos son particularmente populares en países asiáticos, donde las personas consumen un promedio de 15-60 miligramos de isoflavonas diariamente. Algunos científicos piensan que las tasas más bajas de cáncer de mama en estos países podrían deberse en parte a su alimentación rica en soya.
Isoflavonas y Salud Ósea
La osteoporosis es una condición donde la densidad ósea disminuye, aumentando el riesgo de fracturas. Cuando las mujeres atraviesan la menopausia y los niveles de estrógeno en la sangre disminuyen, el riesgo de desarrollar osteoporosis aumenta significativamente.
¿Sabías que consumir una dieta rica en isoflavonas podría ser beneficiosa para algunas mujeres debido a sus efectos similares al estrógeno? Es como si la naturaleza nos ofreciera un apoyo especial para esta etapa de la vida.
Un estudio reciente que incluyó a 325 mujeres que habían pasado por la menopausia descubrió algo interesante: la suplementación con isoflavonas fue tan efectiva como la terapia de reemplazo hormonal (TRH) para prevenir la pérdida ósea. Esto nos muestra alternativas más naturales para cuidar nuestra salud.
Un metaanálisis de 26 ensayos controlados aleatorios que examinaron el efecto de la suplementación con isoflavonas para los síntomas de la perimenopausia y la posmenopausia llegó a una conclusión similar.
En Nutrición Compasiva creemos que cada cuerpo es único y responde de manera diferente. Si te preocupa la salud de tus huesos durante o después de la menopausia, incorporar alimentos ricos en isoflavonas podría ser una opción a considerar, siempre desde la escucha atenta a cómo responde tu cuerpo.
Recuerda que además de la alimentación, el movimiento placentero que mencionamos anteriormente también juega un papel fundamental en la salud ósea.
Isoflavonas de la Soya y Salud Cardiovascular
La investigación sobre la efectividad de las isoflavonas para la salud del corazón generalmente no es concluyente, y se necesita más investigación en esta área. Es como si tuviéramos algunas piezas del rompecabezas, pero aún nos faltaran otras para ver la imagen completa.
Mientras que un meta-análisis indicó que consumir alimentos de soya puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y accidente cerebrovascular, las isoflavonas por sí solas no parecían tener el mismo efecto. Esto nos recuerda la importancia de un enfoque integral hacia la alimentación, más allá de nutrientes aislados.
Sin embargo, en un estudio que involucró a 200 mujeres, los investigadores les dieron a las participantes un suplemento de proteína de soya con isoflavonas o proteína de soya sin isoflavonas. Después de 6 meses, ¡encontraron algo interesante! El grupo que había recibido las isoflavonas mostró mejoras significativas en medidas de salud cardíaca en comparación con el grupo sin isoflavonas.
De manera similar, un estudio a largo plazo con más de 200,000 participantes vinculó un mayor consumo de isoflavonas con un riesgo moderadamente reducido de enfermedad coronaria. Estos hallazgos nos invitan a considerar el incluir alimentos ricos en isoflavonas como parte de una alimentación variada y equilibrada.
Y múltiples estudios han mostrado que consumir más de 25 gramos de soya (o 100 mg de isoflavonas) diariamente puede ayudar a reducir la presión arterial después de la menopausia, ofreciendo un posible apoyo natural para mujeres en esta etapa.
Isoflavonas e Inflamación
La inflamación es uno de los temas más relevantes en salud actualmente, y con buena razón. Las investigaciones han vinculado la inflamación crónica con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer.
Los científicos sugieren que el consumo de isoflavonas podría desencadenar varios mecanismos antiinflamatorios en nuestro cuerpo.
Sin embargo, gran parte de la evidencia proviene de estudios en animales o grupos de población específicos. Si bien estos son importantes para la investigación, pueden ser difíciles de traducir en consejos generales para todas las personas.
Recuerda que combatir la inflamación va más allá de un solo alimento o nutriente. Una alimentación variada rica en verduras, frutas, granos enteros y proteínas de calidad, junto con un movimiento placentero regular, son piezas fundamentales del rompecabezas.
¿Qué alimentos contienen isoflavonas?
Las isoflavonas se encuentran en varios alimentos de origen vegetal, incluyendo:
- Soya
- Tofu
- Miso
- Tempeh
- Garbanzos
- Cacahuates
Formas de incluir isoflavonas en tu alimentación:
- Chilaquiles con tofu: Sustituye los huevos tradicionales por tofu desmenuzado en tus chilaquiles mañaneros. Aderézalos con salsa verde o roja casera.
- Tacos de tempeh al pastor: Una versión plant-based de los clásicos tacos al pastor usando tempeh marinado en achiote y piña.
- Ensalada de nopales con garbanzos: Combina nuestros queridos nopales con garbanzos, jitomate, cebolla y cilantro para una ensalada fresca y nutritiva.
- Cacahuates con chilito: Disfruta de cacahuates tostados con chile, limón como botana rica en isoflavonas.
En nuestra cocina mexicana tenemos la fortuna de contar con una gran variedad de ingredientes y técnicas que nos permiten incorporar estos alimentos de forma deliciosa. ¿Te animas a probar alguna de estas opciones? Tu cuerpo te lo agradecerá y tu paladar también.
Recuerda que lo importante no es obsesionarse con un nutriente específico, sino disfrutar de una alimentación variada y placentera que nutra tanto tu cuerpo como tu alma.
¿Qué hay de los suplementos de isoflavonas?
Aunque existe bastante investigación explorando los suplementos de isoflavonas, la dosis recomendada y la duración del tratamiento son muy variables dependiendo de diferentes objetivos de salud.
En general, consumir una cantidad moderada de alimentos integrales que contengan isoflavonas parece ser la forma más segura de obtener los beneficios para la salud. En Nutrición Compasiva siempre preferimos acercarnos a los nutrientes a través de alimentos completos que podamos disfrutar directamente en nuestra mesa.
¿Existen riesgos al consumir isoflavonas?
Comer alimentos de soya con moderación, como parte de una alimentación equilibrada rica en cereales integrales, frutas y verduras, es seguro y beneficioso para la salud.
Habla con tu médico si estás considerando tomar un suplemento. Cada cuerpo es diferente y lo que funciona para algunas mujeres puede no ser ideal para otras.
Algunas personas son alérgicas a la soya. Para estas personas, comer soya puede resultar en picazón o urticaria. En casos raros, esto puede causar anafilaxia, que es una reacción alérgica grave que requiere atención médica inmediata.
Además, algunas personas reportan síntomas digestivos como diarrea y estreñimiento después de comer alimentos de soya. Es importante escuchar a tu cuerpo y observar cómo responde a diferentes alimentos.
Las isoflavonas pueden interactuar con ciertos medicamentos. Vale la pena consultar primero con tu profesional de la salud si estás tomando algún medicamento o tienes alguna de las siguientes condiciones: fibrosis quística, cálculos renales, hipertiroidismo
Recuerda acudir con profesionales de la salud especializados que pueden orientarte sobre cómo incluir estos alimentos de manera segura en tu dieta, considerando tu historia clínica personal y tus objetivos de salud.
Conclusión
Las isoflavonas de la soya representan un interesante componente nutricional que merece un lugar en nuestra alimentación durante la menopausia. A lo largo de este artículo, hemos explorado cómo estos poderosos fitoestrógenos ofrecen múltiples beneficios para la salud, especialmente durante la perimenopausia y menopausia, donde pueden aliviar síntomas como los bochornos y contribuir a la salud ósea.
La evidencia científica respalda el potencial de las isoflavonas de la soya para la salud cardiovascular, la reducción de la inflamación e incluso como posible factor protector contra ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, cada cuerpo es único, y la respuesta a estos nutrientes puede variar según nuestra microbiota intestinal y otros factores individuales.
En Nutrición Compasiva creemos que el equilibrio es fundamental. Las isoflavonas de la soya no son una «cura milagrosa», sino un componente más de una alimentación variada y equilibrada que, junto con hábitos saludables como el movimiento placentero, contribuyen a nuestro bienestar integral.
Recuerda siempre escuchar a tu cuerpo y consultar con profesionales de la salud antes de realizar cambios significativos en tu alimentación, especialmente si consideras los suplementos de isoflavonas de la soya.
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