Mi viaje en la nutrición comenzó como muchas historias de profesionales de la salud: llena de restricciones y una visión estrecha del bienestar. Durante mi etapa universitaria, había internalizado un discurso tóxico que dividía los alimentos entre «buenos» y «malos», sin comprender la verdadera esencia de la alimentación.

Entre muchos los muchos puntos de inflexión en mi vida, llegó uno crucial a través de las voces de mis seguidoras. Mientras compartía contenido sobre alimentación, comencé a recibir correos que me abrieron los ojos a una realidad poco explorada. Muchas mujeres me relataban sus desafíos únicos: no solo lidiaban con cambios corporales y emocionales durante la menopausia, sino que además se enfrentaban a una profunda crisis en su relación con la alimentación.

Estas historias me impulsaron a investigar a fondo. Pronto descubrí un vacío significativo: a pesar de ser la menopausia un momento crítico en la vida de todas las mujeres, existía muy poca información que integrara la nutrición y esta etapa de transición. Comprendí que la alimentación no es solo un tema de calorías o nutrientes, sino una herramienta fundamental para el bienestar integral durante la menopausia.

Mi búsqueda me llevó más allá de los enfoques tradicionales. Integré principios de alimentación intuitiva, aceptación corporal, conocimientos científicos actualizados y una perspectiva verdaderamente compasiva. Descubrí que la nutrición en la menopausia debe ser un camino de reconexión, comprensión y cuidado personal.

Hoy, mi misión en Nutrición Compasiva es clara:

• Acompañar a mujeres en su viaje nutricional durante la menopausia
• Desmantelar mitos y narrativas restrictivas sobre alimentación y cambios corporales
• Ofrecer información científica, accesible y culturalmente relevante
• Empoderar a las mujeres para que comprendan y celebren su cuerpo en esta etapa
• Crear un espacio seguro donde la nutrición sea un acto de amor y comprensión

Mi compromiso es transformar la experiencia de la menopausia. No se trata de luchar contra los cambios, sino de navegarlos con conocimiento, compasión y un profundo respeto por el cuerpo que nos acompaña en este viaje.